jueves, 8 de agosto de 2013
Cookies de queso azùl y cognac, para servir antes de la comida
Ingredientes
Harina 0000, 300 grs
Queso azul, 100 grs
Manteca, 150 grs.
Cognac, c/n, de a cucharadas
Sal y pimienta
Azúcar, 1 cda de té
Nuez moscada, pizca
Chili, 1/2 cdta de café
Preparación
Poner en la procesadora la harina, la sal y la pimienta, el azúcar, la nuez moscada y el chili en polvo ( si les gusta el picante agreguen un poquito más). Mezclar y luego agregar la manteca y el queso azul en pedacitos. Arenar todo y luego, añadir el cognac de a cucharadas (empezar por 2 y agregar de a poquito si ven que la masa lo pide). Unir la masa sin amasar, envolver en film y dejar descansar en la heladera por una hora.
Sacarla, estirarla sobre mesada enharinada y colocarlas sobre una placa forrada en papel manteca enmantecado. Cocinar 12 minutos a 180 °
servir con un vinito blanco o champagne bien helado.....
Alegría Alegría!!!
Cultivar la Alegría!!
Todos apreciamos la alegría, pero nos equivocamos al pensar que es una emoción que viene y va sin que nada podamos hacer.
Al contrario, podemos aprender a crearla en nuestro interior. Las recompensas incluyen ser más flexibles y creativos mentalmente, afrontar mejor las adversidades e, incluso, disfrutar mejor de la salud.
La alegría es la auténtica chispa de la vida. A veces llega de manera repentina, como una explosión de luz que barre todas las sombras y tinieblas emocionales en un instante. Otras veces va conquistando el corazón poco a poco, como un baile contagioso que va despertando a una célula tras otra hasta que la irrefrenable marcha se extiende a todo su palpitante ser. Los momentos alegres son los que buscamos, los que no queremos perder, los que recordamos, los que añoramos y esperamos.
No hace falta vender la alegría con campañas publicitarias y eslóganes, se vende sola .
La Alegría mejora la salud, tiene efectos sorprendentes sobre las capacidades mentales e incluso la salud física. Las emociones positivas se asocian con un tipo de pensamiento abierto, flexible y creativo. Permiten afrontar mejor el estrés y las situaciones adversas, con el consiguiente impacto sobre la salud mental. Hay ciertas filosofías como el yoga, en las que una disposición alegre se considera un precepto moral.
Es posible aumentar nuestra capacidad para la alegría, tratando de reducir emociones negativas como el estrés y potenciar positivas como la relajación consciente o la meditación, trabajar sobre nuestros pensamientos, toda vez que son los que motivan nuestras emociones.
Es que el objeto no es estar siempre alegre, la alegría permanente no es más que una distopía. La alegría, hay que ganársela, y no significa nada sin el contraste con otros momentos menos agradables. Pero el punto es añadir a la rutina cotidiana, aquí y allá, esa chispa de la vida.
Por eso… viva la alegría y la gente alegre jeje..
Todos apreciamos la alegría, pero nos equivocamos al pensar que es una emoción que viene y va sin que nada podamos hacer.
Al contrario, podemos aprender a crearla en nuestro interior. Las recompensas incluyen ser más flexibles y creativos mentalmente, afrontar mejor las adversidades e, incluso, disfrutar mejor de la salud.
La alegría es la auténtica chispa de la vida. A veces llega de manera repentina, como una explosión de luz que barre todas las sombras y tinieblas emocionales en un instante. Otras veces va conquistando el corazón poco a poco, como un baile contagioso que va despertando a una célula tras otra hasta que la irrefrenable marcha se extiende a todo su palpitante ser. Los momentos alegres son los que buscamos, los que no queremos perder, los que recordamos, los que añoramos y esperamos.
No hace falta vender la alegría con campañas publicitarias y eslóganes, se vende sola .
La Alegría mejora la salud, tiene efectos sorprendentes sobre las capacidades mentales e incluso la salud física. Las emociones positivas se asocian con un tipo de pensamiento abierto, flexible y creativo. Permiten afrontar mejor el estrés y las situaciones adversas, con el consiguiente impacto sobre la salud mental. Hay ciertas filosofías como el yoga, en las que una disposición alegre se considera un precepto moral.
Es posible aumentar nuestra capacidad para la alegría, tratando de reducir emociones negativas como el estrés y potenciar positivas como la relajación consciente o la meditación, trabajar sobre nuestros pensamientos, toda vez que son los que motivan nuestras emociones.
Es que el objeto no es estar siempre alegre, la alegría permanente no es más que una distopía. La alegría, hay que ganársela, y no significa nada sin el contraste con otros momentos menos agradables. Pero el punto es añadir a la rutina cotidiana, aquí y allá, esa chispa de la vida.
Por eso… viva la alegría y la gente alegre jeje..
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