Ley del sacrificio
Es fundamental para la evolución en la Tierra. Siempre fue expresada por las Grandes Vidas que hasta hoy animaron y sostuvieron este planeta, impidiendo que llegase a la desintegración total.
Una nueva energía impregna al individuo a medida que avanza bajo la ley del sacrificio. Su actuación deja de limitarse al ambiente inmediato y pasa a influir también a distancia. Su aura, formada por la emanación vibratoria de sus átomos en los diferentes niveles, es potenciada. Él se vuelve creativo, y lo sagrado se esparce en cada uno de sus actos. Esta es el sentido del sacrificio, por medio del cual el espíritu impregnar el mundo concreto; es el camino hacia la cura y la redención de la materia; es la senda por la cual la esencia puede expresarse. Teniendo presente en la consciencia lo que verdaderamente es el sacrificio y al aspirar a vivirlo en la pureza de su entrega, el individuo puede convertirse en canal cristalino para las energías sublimes del propio ser y para la actuación de la Jerarquía, especialmente en los momentos agudos de emergencia y de caos. Se llega a la Ley de sacrificio por medio de la reverencia.