"De todos los juicios que entablamos en la vida, ninguno es tan importante como el que entablamos sobre nosotros mismos, ya que ese juicio afecta el propio núcleo de nuestra existencia.
Estamos en el medio de una red casi infinita de relaciones: con otras personas, con las cosas, con el universo. Y, sin embargo, a las tres de la mañana, cuando estamos solos con nosotros mismos, tomamos conciencia de que la más íntima y poderosa de las relaciones, aquella que nunca podremos eludir, es la relación con nosotros mismos.
No existe ningún aspecto significativo de nuestro pensamiento, motivación, sentimientos o comportamiento que no se vea afectado por la autoevaluación.
Somos organismos no sólo conscientes, sino conscientes de nosotros mismos. Esa es nuestra grandeza y, a veces, nuestra carga.
Nos probamos, evaluamos y cuestionamos de un modo que resulta imposible para otras especies. Nos preguntamos: ¿Quién soy? ¿Qué quiero? ¿Hacia dónde voy? ¿Qué propósito tengo en la vida? ¿Mi conducta se adecua éste propósito? ¿Me enorgullezco o avergüenzo de mis elecciones y acciones? ¿Estoy contento o descontento de ser quien soy?
Tenemos la capacidad de formularnos estas preguntas y la capacidad de huir de ellas. Pero las preguntas siempre están ahí, esperando una respuesta, aún cuando preferimos fingir que no existen o no nos incumben."
Nathaniel Branden
El respeto hacia uno mismo
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