Esta es otra una buena opción para un copetín el que no queremos que todo lo que servimos esté sostenido por una tostada, una galletita o un pan. Muy simple, fresca, y crocante pero sin harina. La cantidad de queso azul puede variar según este sea más fuerte o más suave. Hay que probar y agregar a gusto.
100 grs. queso azul
3/4 taza de queso blanco
1 planta de endibia
1 puñado de pistachos pelados o de nueces (en este caso un poco menos porque son más fuertes)
Lavar y escurrir bien las hojas de endibia. Rallar o desgranar el queso azul y mezclarlo con el queso blanco. Poner una cucharada de té de esta mezcla sobre cada hoja y esparcirla. Una vez que estén todas las hojas listas, disponerlas en un plato formando una flor y espolvorear por arriba los pistachos picados.
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